Tailandia siempre vivió en mis sueños, como ese destino lejano que se ve hermoso en los videos, pero que parece inalcanzable. Hasta que un día me dije: «¿y por qué no? «Compré el pasaje. Crucé el planeta. Y descubrí uno de los lugares más intensos y mágicos que jamás imaginé.
Viajar sola era un sueño que parecía lejano, casi imposible. Desde Perú, Europa se sentía como otro universo. Pero un día decidí dejar de verlo como algo inalcanzable… y compré ese pasaje. Madrid fue mi puerta de entrada, pero mi corazón ya latía por conocer París. No tenía idea de que ese Eurotrip cambiaría mi vida para siempre.
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